Cada trazo que se da, cada figura que aparece tiene un carácter singular, todas hacen parte de un colectivo, donde cada uno tiene su identidad, son un reflejo de la vida misma, ser distinto al otro es una forma de realidad, sujetos a un mismo espacio, se puede sentir que la personalidad es diferente en ellos y a la vez intuir algo de lo que están buscando o de lo que han vivido. Las figuras van apareciendo de forma caprichosa y es cuando pintar se disfruta a plenitud, no sabes que viene, todo va llegando y luego se consolida, en mi forma de pintar no hay boceto previo, ni estudio de composición, todo es natural y se conforma una pintura única, espontánea pero honesta, esto es lo que mí instinto me da como guía, escribir sobre lo que haces es más complejo que hacer la obra misma, son dos lenguajes distantes pero totalmente ligados por ser la expresión misma de tu pensamiento. Se que aquellos que observen la obra encontrarán múltiples opciones de interpretación, de lo que estoy seguro es que no pasará desapercibida, de alguna forma lo que intento plasmar en ella los tocará y allí estará el mensaje que les quiero entregar.