El pasado 25 de noviembre, los amantes del canto lírico y el piano se reunieron en un evento sin precedentes en el Festival “Vivace”, una jornada deslumbrante que reunió la excelencia musical y la pasión artística en cada nota interpretada.

El festival se convirtió en el epicentro de la música clásica, con un repertorio que abarcó desde melodías atemporales hasta obras maestras contemporáneas.

Lo más emocionante fue la diversidad de talentos que se presentaron en el escenario. Desde prodigios infantiles hasta maestros consagrados, cada intérprete compartió su destreza y pasión por la música, demostrando que el arte no conoce límites de edad.

“Vivace” no solo fue una exhibición de habilidades musicales, sino también un testimonio del poder transformador de la música en la vida de las personas de todas las generaciones. El festival no solo inspiró, sino que también conectó corazones a través de la melodía y la armonía.

La presencia del renombrado compositor George Gershwin añadió una dimensión única al festival, llevando la audiencia a un viaje musical inolvidable, en el que cada acorde resonó con la esencia misma de su legado en compañía de la Banda Sinfónica Especial.